11/5/17

Inmediatismo compulsivo

Hoy nos podemos comunicar a cualquier lado, pero falta el diálogo
 

En días recientes, estábamos en asamblea plenaria episcopal, tratando asuntos de importancia. Sin embargo, varios de mis hermanos estaban atentos a sus celulares (móviles), recibiendo y contestando mensajes que les llegaban, dividida su mente y disperso su corazón. Por una parte, estaban presentes en la discusión de cuestiones a resolver; por otra, pendientes de problemas que no podían dejar de resolver en sus diócesis, o quizá sólo entretenidos en tantos mensajes que llegan por estos medios, muchos de ellos sin trascendencia, pero que distraen y entretienen.