28/8/13

Un Papa liberador del hombre

La fe, encuentro entre Dios, el verdadero Dios, y el hombre, el verdadero hombre, este hombre concreto.  


La fe, encuentro entre Dios, el verdadero Dios, y el hombre, el verdadero hombre, este hombre concreto.  Han pasado cinco meses desde que el Papa Francisco comenzó a ejercer su pontificado, un pontificado revolucionador y reformador; ambos conceptos pueden tener una tonalidad positiva o negativa, y cada uno les da el tinte que prefiere. En las primeras semanas, y creo que todavía algunos lo mantienen, catalogaron al Santo Padre, jesuita, sudamericano y cercano a los pobres, como inclinado a la teología de la liberación. Por eso, afirman, tanta cer4canía a las periferias de la ciudad, a las favelas brasileñas, a las villas argentinas, en resumen, a los barrios marginados, a los pobres. En el fondo, es la misma imagen que vemos cuando lavó los pies en la cárcel de menores; visitó Lampedusa; la favela de Vaghina; o el hospital de tóxico-dependientes de Río de Janeiro 
Una aclaración necesaria: cuando hablo de “teología de la liberación” me refiero a la interpretación de la liberación (social) en clave política y marxista.